Blogia
TRABAJADORES PUBLICOS DEL PS MINISTERIO DE EDUCACION

FORMACION INCIAL Autor: Alvaro Labra Labra

Formación Inicial – Perfeccionamiento y Condiciones Laborales de los Docentes. 

Si bien la Reforma Educativa que se comienza a perfilar a partir de los 90 ha transformado significativamente el andamiaje escolar chileno; producto del aumento sustantivo de la inversión estatal en la construcción de programas curriculares innovadores, instrumental   pedagógico -    didáctico, mejoramiento salarial, perfeccionamiento docente, e infraestructura educacional; no es menos válido que existe la percepción de que esto no ha tenido su correlato con los procesos de enseñanza - aprendizaje en el aula: en efecto, se percibe que los ritmos de avance en los procesos educativos son lentos y que un porcentaje no menor de profesionales - docentes asume sólo discursivamente las innovaciones curriculares y didácticas. Lo anterior obliga a optimizar la gestión escolar y fundamentalmente la calidad de los procesos de enseñanza - aprendizaje en la sala de clases, para lograr esto hay que mejorar sustancialmente la formación inicial y la preparación de los docentes en el tratamiento del nuevo currículum y aumentar la eficacia de los apoyos para alcanzar tales objetivos.

 Nuestra segunda preocupación como socialistas pasa por la formación de los futuros cuadros docentes, especialmente de aquellos que están egresando de universidades no acreditadas por el Ministerio de Educación. ¿¡Hasta cuándo se permite la anarquía en la formación de una profesión tan delicada e importante para el futuro del país!?; en efecto, el drama de la formación inicial del profesorado; donde conviven las 17 universidades acreditadas (con ingresos de alumnos con más de 600 puntos en la P. S. U.), las universidades privadas (donde, por lo general, ingresan los que no quedaron en las universidades tradicionales o acreditadas), y por último los ¿formados? A distancia o con clases los fines de semana, lo que obviamente no asegura una calidad profesional adecuada y pertinente; de aquí que los socialistas tenemos la obligación de luchar por aumentar la calidad y equidad de una educación que a maximizado su cobertura, pero que no ha tenido la capacidad suficiente para incorporar los dominios de un conocimiento actualizado y contextualizado, estrategias metodológicas apropiadas y de una tecnología cada día más sofisticada y con un proceso de enseñanza - aprendizaje humanizador y pluricultural que se apropie de la historia y valores locales, ligados a lo mejor de la cultura universal: preparando así al futuro ciudadano como agente activo y creativo, capaz de generar proyectos personales y profesionales, auto organizarse y liderar procesos en los distintos niveles del cuerpo social. Si estas percepciones son correctas llevar la reforma a la sala de clases e incrementar la equidad y calidad pasa. necesariamente, por formar profesionales docentes armados de un manejo curricular que les permita desarrollar una pedagogía efectiva y eficiente; capaces de vincular los contenidos específicos de cada nivel, especialidad y/o asignatura con una transversalidad que enriquece la formación personal del estudiante, dando paso con esto al reconocimiento de la centralidad de la persona en un universo cambiante y diverso, para enfrentar además con posibilidades, el creciente proceso de segmentación en los aprendizajes e instalar los fundamentos de una verdadera cultura educativa: creativa, crítica, responsable y democrática.Hoy es más necesario que nunca despejar al menos 3 interrogantes:1.      ¿Qué tipo de educación queremos y para qué desarrollo? 2.      ¿Qué tipo de universidades deberían intervenir en la formación inicial del  profesional - docente? 3.      ¿Cuáles serían los procesos de selección a que deberían ser sometidos los  aspirantes a pedagogos? Las respuestas parecieran ser obvias: 1.      Una educación de calidad formadora de sujetos creativos, competentes, críticos y responsables de la construcción de una democracia que distribuye con justicia el producto de su crecimiento y desarrollo. 2.      La formación inicial docente debería ser otorgada sólo por universidades (con mallas curriculares actualizadas y académicos validados en su experticia) realmente acreditadas por su calidad, seriedad, competencia e innovación. Más aún es necesario implementar - a 1a brevedad - La Escuela Única de Pedagogía, antigua aspiración del magisterio, que apunta a concentrar y formar todos los niveles y especialidades del cuerpo docente. 3.      Una selección estricta y justa (otorgamiento de becas a los estudiantes con carencias económicas) de los postulantes a pedagogía debe pasar por un puntaje superior a los 600 puntos en 1a PSU, y la inmediata aplicación de un examen psicológico y una batería de test que digan relación con la aptitud - actitud - vocación y real interés por la docencia. Sus condiciones laborales deberían asegurar a lo menos: una carrera con sueldos equivalentes al estrato medio - superior de las profesiones universitarias; la atención de cursos que no excedan los 30 alumnos; mayor cantidad de horas para la preparación de clases; un sistema previsional y de salud que otorgue seguridad - bienestar físico y psicológico inherente a una profesión de por si agotadora y estresante; un perfeccionamiento pertinente - contextualizado - coherente y permanente; una promoción profesional basada en competencias y antigüedad, asociada a una evaluación anual (evaluación que se debería extender a todos los profesionales públicos y privados). En suma, se trata de formar profesionales - docentes capaces de manejar las relaciones que se establecen entre el mundo de las ideas, el sistema educativo y la sociedad, y simultáneamente apropiarse de las teorías de la educación y sus connotaciones prácticas, para asumir así los lineamientos inherentes a un proceso educativo dinámico y cambiante, de modo que los objetivos - contenidos y actividades desplegadas en el aula estén realmente sustentadas en un cuerpo general y específico de conocimientos y valores formativos. Todo ello en un marco laboral y previsional cautelador de su salud física, mental y económica. 

                                                                       ÁLVARO LABRA LABRA                                                                   

                                                          Magíster en Política y Gestión  Educacional                         

0 comentarios