PROPUESTA VOTO POLÍTICO PARA DEBATE CONFERENCIA NACIONAL DE EDUCACION PS 17 DE JUNIO DE 2006
BRIGADA DE TRABAJADORES SOCIALISTAS DEL MINISTERIO DE EDUCACIÓN (BTSM) MARCO POLÍTICO Salvador Allende decía que ser joven y no ser revolucionario era una contradicción biológica y en su discurso histórico agregaba: “Tienen la fuerza, podrán avasallarnos, pero no se detienen los procesos sociales ni con el crimen ni con la fuerza. La historia es nuestra y la hacen los pueblos”. Los jóvenes secundarios han ratificado la visión de nuestro líder, treinta y tres años después, cuando nadie pensaba en esta irrupción social con características culturales nuevas. Todo indica que tras la frustración de múltiples negociaciones parlamentarias, la política de los consensos, tras fracasados intentos de movilización social en años anteriores, son los jóvenes secundarios los llamados a catalizar los grandes cambios que desde hace años todo el país reclama en el área de la educación. Los estudiantes están desafiando al neoliberalismo en el ámbito de la educación, dejando en evidencia que en un modelo económico y social como el nuestro, el sistema educativo también segrega y excluye y no se ha constituido, por lo tanto, en el factor fundamental de movilidad social y de formación ciudadana. En contraste, una mejor educación está reservada para los hijos de las familias más ricas de Chile. La escuela privada dispone de los mejores profesores y de la mejor infraestructura, asegurando buenos resultados académicos. Ello les asegura a los dueños del Poder Económico y de parte del Poder Político, por un lado, que sus hijos vean el mundo acríticamente; y, por otro, que sus descendientes adquieran el máximo de capacidades instrumentales para así administrar un sistema económico y político en el que predominan el individualismo, las desigualdades y la ganancia empresarial. En cambio, el Estado se ha hecho cargo de la ampliación de la cobertura. Le ha correspondido la tarea de la educación para los estudiantes pobres y de sectores medios, a través de las municipalidades y de los subsidios a sostenedores de las escuelas privadas. Esta educación, que recibe al 90% de los niños chilenos sirve, en realidad para muy poco. La limitada infraestructura, la escasez de alimentación, el el interés pecuniario de sostenedores inescrupulosos, las debilidades de los municipios, las condiciones materiales y culturales de los hogares pobres e incluso el maltrato de los micreros, son factores que impiden que las desigualdades de origen entre niños pobres y ricos puedan reducirse a través de la educación. Todo esto se amplifica con la inversión anual de $ 360.000 por estudiante que hace el Estado contra los $1.800.000 que realizan los padres ricos en sus propios hijos. Y como el Ministerio de Educación, los municipios y algunas escuelas subvencionadas no han sido particularmente eficientes, las debilidades de la enseñanza con financiamiento público se ven acrecentadas. La concentración de capital cultural y de acceso al conocimiento situado en las familias de altos ingresos, debe ser reflexionado como uno de los principales problemas para la expansión de la democracia y el desarrollo socioeconómico de Chile. Una política social incluyente y redistributiva requiere de una política educacional y cultural que acorte las distancias entre ricos y pobres, por la vía de aumentar la inversión en valor agregado directo e indirecto a las instituciones escolares más deficitarias. Si en las décadas anteriores, las reformas educativas se situaron en reformulaciones curriculares con sentido acotado, centradas en la modificación de planes de estudio, las tendencias contemporáneas refieren a transformaciones epistemológicas, innovaciones de enfoque al interior de lo cual, las temáticas culturales son absolutamente relevantes.Uno de los rasgos de la administración pública chilena, ha sido la ausencia de una práctica dialógica y argumentativa con los espacios públicos. La racionalidad burocrática de la administración pública se instala como soporte ante la emocionalidad social y construye sus decisiones en clave tecnocrática y no fundamentada. Para que las políticas públicas y su implementación por parte del gobierno, sean eficaces y eficientes deben cultivar la costumbre republicana del argumento del diálogo, si quieren efectivamente cumplir sus objetivos. La reticencia del administrador público para dar razones y rendir cuentas de sus decisiones, es un rasgo que existe en los regímenes autoritarios y que se han perpetuado en prácticas seudo democráticas. Dialogar en el espacio público y convencer no es un asunto de glamour sino de ética democrática y remite a la construcción eficiente de una estrategia de intervención.Este primer movimiento social que se vive en este proceso de construcción democrática, debe ser valorado por el Partido Socialista de Chile, ya que lograron un importante triunfo los secundarios: poner en el tapete de la discusión el tema educacional. Este movimiento va más allá de reivindicaciones sobre temas concretos, sino que apunta a dos grandes cuestiones, que son propias de los movimientos sociales: por un lado a la reforma del marco institucional, y por ende, proponen cambios estructurales y, en segundo lugar, al cambio en el sentido de la educación. Los jóvenes han puesto en debate, el modelo heredado desde el régimen militar, han tensionado el eterno conflicto entre libertad de educación y derecho a la educación.El Partido Socialista de Chile valora la reforma educacional impulsada por los gobiernos de la Concertación y la considera una importante realización, ya que ha colocado las bases desde donde construir una nueva etapa de transformaciones profundas. Los cambios promovidos han involucrado nueva infraestructura de los establecimientos educativos; actualización de los marcos curriculares de prebásica, básica y media; más recursos de aprendizajes (textos, bibliotecas de aula, computación etc.) e incipientes procesos de mejoramiento de prácticas educativas a través de programas focalizados en las escuelas básicas y medias más pobres del país. La inversión en educación pública realizada durante los últimos quince años, ha permitido recuperar la histórica que existía hasta el año 1973.Que a pesar de lo anterior, y debido a lo anterior, es el momento en que como Partido Socialista y como coalición demos una fuerte batalla por enfrentar los temas pendientes con la inmensa mayoría de nuestro país, entre los cuales se cuentan, entre otros: a) Las fuertes desigualdades y segregaciones existentes, expresadas en la desigual distribución del ingreso, en la segmentación territorial de nuestra población asociada a ingresos y como correlato, en la segregación educativa tanto como a acceso a derechos sociales y culturales de toda índole.b) La cultura discriminatoria y autoritaria en que nos encontramos inmersos.c) La crisis de participación democrática en los distintos ámbitos de nuestra sociedadd) La excesiva centralización y concentración de decisiones en políticas públicase) La escasa valoración de la institucionalidad democrática, demostrada en estudios internacionales, y la debilidad de Estado como garante del bien común, dado su comportamiento de Estado subsidiario. PROPUSTAS Todo lo anterior como Partido Socialista nos auto convocamos en un proceso permanente de reflexión siendo éste momento, la Conferencia Nacional, el inicio de un proceso de reflexión mayor sobre el quehacer educativo: 1. Es nuestra convicción que lo más arriba señalado, en cuanto a las caracterización del momento en que vivimos, deja al descubierto la profunda crisis del Estado Subsidiario y la necesaria consolidación de nuestra democracia, lo que debiera plasmarse en la construcción de un Estado Social de Derechos y en la democratización progresiva de nuestra sociedad, que es a lo que aspiramos como socialistas, en este período histórico.2. Cambiar el concepto de estado y su rol en educación, obliga no solo a cambiar la LOCE, sino que también nuestra Constitución Política y todo el ordenamiento jurídico, que dificulta un apoyo real a la educación pública que atiende a los mas pobres de la nación, sino que también revisar los aportes que realiza el estado a los particulares en educación, no se debe permitir que con platas de todos los chilenos se discrimine, seleccione y segregue alumnos. 3. En este contexto la educación adquiere su verdadero rol y sentido: los socialistas pensamos que educamos y somos educados para ser personas, seres libres con profundo sentido de la igualdad y la fraternidad, que aspiramos a desarrollarnos como personas en todos los ámbitos de la vida humana, sin restricciones de índole alguna, al servicio de nuestro desarrollo y del de nuestros semejantes. Para lograr esto debemos desarrollar una educación abierta, plural, integradora, laica, una educación inclusiva garantizada para todos y todas, construida en comunidades de aprendizaje. Corresponde al Estado garantizar las condiciones materiales, normativas y administrativas necesarias para que esto ocurra. 4. Creemos que el actual contexto de distribución del ingreso y de exclusión social territorialmente expresada, constituyen variables estructurales que obstaculizan seriamente el mejoramiento educativo sustancial de la mayoría de nuestra población, así como también otros derechos sociales y culturales expresados en políticas públicas. Es decir, no debemos olvidar que un factor fundamental que explica en gran medida el éxito o fracaso educativo tiene que ver con el capital social y cultural de las familias y comunidades de origen, además de las características y desarrollo personal de los niños, jóvenes y adultos; por lo tanto, es necesario fortalecer a las familias y comunidades al mismo tiempo que se fortalece la escuela que frecuentan estos sectores poblacionales. 5. El modelo neoliberal imperante en nuestro país se sustenta en un ordenamiento jurídico y administrativo que se alimenta y sustenta en el actual marco constitucional, el que garantiza el estado subsidiario y la protección de los intereses de los que tienen más, lo que en educación vemos a diario. Mantener esto sólo asegura continuar con las injusticias. 6. Pensamos que aportar a cambiar el marco constitucional actual y todas las barreras que de él se desprenden debe ser nuestro sello como socialistas. En educación esto se traduce en los siguientes desafíos: a) Crear un sistema de financiamiento educativo que de cuenta de las necesidades reales educativas en todos los niveles de la enseñanza, desde prebásica hasta superior. Este modelo debe apuntar a garantizar acceso y calidad, haciéndose cargo de las desigualdades estructurales del alumnado y los establecimientos. Para ello debemos incrementar el aporte fiscal en educación al menos a un 7% del PIB, inicialmente. En su primer momento esto debe orientarse hacia los más necesitados avanzando rápida y progresivamente hacia el beneficio de las clases medias, para quienes hoy también la educación de sus hijos e hijas es fuente de constante preocupación. b) Para lograr lo señalado en el punto anterior, sostenemos que la actual estructura tributaria no es sagrada, la que debe ser revisada teniendo a la vista los intereses de los que tienen menos, es decir, de la inmensa mayoría de los chilenos. c) Revisar y cambiar el actual marco de administración de la educación, teniendo en cuenta como variables centrales la responsabilidad educativa y la sostenibilidad en el tiempo de un servicio educativo que debe estar garantizado seriamente; generando todos los soportes que garanticen la calidad de la educación entregada a nuestros niños y niñas y a todas las personas a lo largo de la vida. d) La creación de una Superintendencia de Educación anunciada por la Presidenta debe fiscalizar la provisión del servicio y sirva de organismo regulador en presencia de conflictos de intereses, teniendo en el centro de su mandato la protección del derecho a la educación y asegurar la calidad educativa de los sectores más vulnerables desde el punto de vista económico, social, cultural y personal e) Proponemos que en la estructura nacional de dirección del Partido Socialista de Chile se cree la Secretaría Nacional de Educación al más alto nivel y con equipo de trabajo permanente f) Abrir a la brevedad un debate que ponga en el centro de la discusión el sentido y el carácter que para la sociedad debe tener la educación pública. Pues hoy nos enfrentamos a un concepto debilitado, de múltiples lecturas, las más de las cuales impiden el desarrollo de una efectiva educación pública. g) En el mismo marco en que se desarrolle el debate sobre educación pública discutir las estrategias curriculares y las formas de instalación de éstas, así como la visión de lo pedagógico propia de los socialistas y de un estado democrático, los valores y prácticas que deben acompañar la práctica pedagógica y que deben estar presentes en el currículo y en los planes y programas. Urge que los socialistas desarrollemos opinión fundada en estos temas. h) En el actual contexto educativo debemos promover y fortalecer todas aquellas estrategias y programas que ayuden a construir una relación participativa entre los actores sociales en educación y una escuela que propicie los compromisos y las responsabilidades educativas colectivas. i) Reconocemos la centralidad de la labor docente en el mejoramiento de la calidad educativa, por lo tanto, es de extrema importancia implementar políticas de mejoramiento de la formación inicial docente, del perfeccionamiento en servicio y, sobre todo, facilitar espacios de participación de los profesores no sólo en aspectos pedagógicos, sino también en aquellos relacionados con las decisiones de políticas y sus estrategias de implementación. j) Asimismo, es necesario impulsar iniciativas que permitan la participación activa de otros actores de la comunidad escolar y social: estudiantes, padres, familias y comunidad en el mejoramiento de la educación. Santiago, junio de 2006
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