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TRABAJADORES PUBLICOS DEL PS MINISTERIO DE EDUCACION

Algunos alcances al Proyecto de Reforma Previsional

Introducción

 

                La presidenta Michelle  Bachelet  ha calificado este proyecto como uno de los ejes centrales del  cumplimiento de  su programa de gobierno. No faltan los comentaristas políticos que, exageradamente, la llaman la  reforma del siglo. Chile es uno de los pocos países que tiene un sistema único de capitalización individual y, además,  junto con Brasil, ostenta el récord de la más mala distribución del ingreso. Este proyecto de ley incidirá en más de siete millones de trabajadores, afiliados o no al sistema de AFPs.

                 Considero que el análisis del proyecto presentado por el Ejecutivo exige, necesariamente, profundizar en los fundamentos ideológicos, políticos y sociales, que dieron origen al sistema de capitalización oligopólico, (capitalización individual). Por otro lado, considerando que las reformas al sistema de previsión social se prolongan extensivamente en el tiempo, es necesario considerar todas las variables al momento de aprobar un proyecto de tal envergadura.                El Sistema de Pensiones Solidarias (SPS) y el aporte previsional solidario, destinados a trabajadores y trabajadoras a partir de los 65 años de edad,  que no hayan cotizado nunca en las AFPs o, en el caso de la segunda modalidad, aquellos que tengan pensiones inferiores a $200.000, viene a cubrir el evidente fracaso del Sistema de capitalización oligopólica, el que deja fuera de toda protección social a más de la mitad de la población trabajadora.                 La Comisión nombrada por la Presidenta, encabezada por el ex jefe de Presupuesto, Mario Marcel, contó entre sus integrantes con una mayoría de ingenieros comerciales y sociólogos, sin considerar, al menos en sus miembros plenos, a los representantes de los trabajadores o a las personas que manifestaron críticas al sistema de AFPs. Es cierto, para ser enteramente justo, que las  Centrales de Trabajadores fueron citadas y escuchadas en las múltiples sesiones de audiencia que concedió la Comisión, pero podemos comprobar que, a pesar de la seriedad y contundencia de sus informes, estos no han sido considerados en el proyecto de ley.                 En el presente trabajo incluyo las declaraciones e informes de Cenda, del economista Manuel Riesco, del Colegio de Enfermeras y de otros Colegios profesionales, así como de la CUT, la ANEF, los partidos socialista, comunista, demócrata cristiano, por la Democracia, de los abogados laboralistas Diego Corvera y Ricardo Hormazábal, ambos de la Universidad de Chile. Es mi deber, como diputado, hacerme cargo de los aportes y críticas de los más variados sectores sociales e intelectuales que, muchas veces, por la monopolización de los medios de comunicación, favorables a los intereses de las AFPs,  que aportan a su financiamiento, no dan cuenta de estos análisis críticos a tan poderosos y oligopólicos sistema de capitalización empresarial.                 Para mayor claridad, he estructurado esta exposición en dos partes: en la primera analizo el descalabro del llamado Sistema de Capitalización Individual, en la segunda, planteo mis proposiciones para ser consideradas en la discusión del Proyecto de Reforma Previsional. 

Primera Parte: el fracaso del Sistema de Capitalización Individual

                               Chile es uno de pocos países del mundo en que los trabajadores entregan el 12% de su sueldo a sociedades anónimas, llamadas “administradoras de pensiones” que, prácticamente, pueden invertir en cualquier instrumento financiero sin la menor intervención del usuario, salvo la elección de uno de los cinco fondos existentes –de la A a la E -, los primeros con mayoría en renta variable (acciones) y, el última, con  renta fija. Todos estos instrumentos financieros dependen de los ciclos económicos de las Bolsas y de los mercados secundarios. No hay que ser experto en economía para constatar que, incluso, los bonos sufren depreciación de su capital en períodos de alta inflación y subida de tasas de interés. (Más adelante explicaré el efecto de los mercados financieros en el sistema de capitalización privada).    ¿Quiénes capitalizan en el sistema privado de previsión? Fundamentalmente las AFPs y las grandes empresas nacionales e internacionales. ¿Quiénes aportan el capital? Exclusivamente los trabajadores con un descuento obligatorio del 12% al 13% de su salario; además todos los chilenos (el fisco), por medio de los impuestos vía bonos de reconocimiento, incluidos en las cuentas individuales de quienes se cambian desde el sistema de repartos, administrado por el INP, al de capitalización indivdual AFPs. No existe ninguna empresa o sociedad anónima que administre la inversión de más de tres millones de trabajadores, cuyo monto ascendió al 70% del PIB el año 2005.                 En la mayoría de los países del mundo, incluido Latinoamérica, existe el sistema de reparto solidario o mixto, es decir, predomina la solidaridad sobre la capitalización privada. José Piñera, creador del sistema de la AFP, se jacta de haber convencido a muchos países de la adopción el sistema chileno. La verdad es muy distinta: ningún país desarrollado tiene un sistema único de capitalización privada, incluido Estados Unidos. En América Latina la mayoría de los países se aplican sistemas mixtos –es el caso de Colombia, Argentina, Brasil, Costa Rica, y otros. Una ínfima minoría tiene un sistema único de capitalización –Nicaragua y Salvador. Jamás los países desarrollados aplicarían las políticas radicales del Fondo Monetario.                 Para entender nuestro sistema previsional tendremos que recurrir, necesariamente, al metarrelato que lo inspira, es decir, al neoliberalismo que, a mi modo de ver, no sólo es una concepción del mercado como distribuidor de bienes y servicios, sino que es, a la vez, una utopía (en el sentido de mundos inexistentes) y una concepción del estado y la política e, incluso, una teología. Por consiguiente, sería un reduccionismo limitar este sistema a la visión tecnocrática de los mercados, (una forma de concebir el neoliberalismo por parte de algunos personeros de la Concertación).                 José Piñera, el padre de nuestro sistema previsional, se declara a sí mismo un servidor de los fundadores de esta cosmovisión, entre quienes se cuentan a Friedrich Hayek, Milton Friedman, Michel Novak, y otros. En el neoliberalismo hay diferentes visiones del papel del Estado y del mercado: la más radical es el llamado anarco-capitalismo  que, por cierto, se diferencia del anarco-comunismo,  por la divinización de la propiedad privada, en que el rol del Estado se reduce a proteger este bien (Estado gendarme). El ensayista Jorge Vergara (2005) aporta elementos importantes al análisis de la teoría política de Hayek: el individuo se reduce, solamente, a ser un sujeto del mercado, por consiguiente, se obvian todas las demás cualidades y valores de la persona humana. En el mercado hay triunfadores y perdedores: aquellos que son excluidos del mercado son “perdedores, tullidos e incapaces” que, por consiguiente, no merecen ningún tipo de auxilio estatal. Según este autor, es necesario distinguir – como lo hacía Aristóteles – entre la justicia conmutativa y la justicia distributiva; la primera se refiere a un trato igual para todos los seres humanos, sin distinción entre hombres y mujeres y ricos y pobres; la segunda, privilegia y defiende a los más débiles, (por medio de focalizaciones de subsidio. y otros). Hayek rechaza la justicia distributiva en cualquiera de sus formas. El Estado no puede ni debe ayudar a los perdedores del mercado.                 Un famosos autor sostiene, con razón, que las radicales recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial sólo son aplicadas en el tercer mundo, pues serían inaceptables e imposible de ser acogidas en los países del primer mundo. Es evidente que ningún canadiense, por ejemplo, estaría de acuerdo con un sistema único de capitalización individual.                 Hay teorías neoliberales monetaristas, como la de Milton Friedman, que aceptan en situaciones extraordinarias el papel subsidiario del estado; es el caso del sistema de previsión chileno, en que el estado se hace cargo de los trabajadores que no cubre el sistema de capitalización individual. Actualmente, esas personas tienen la posibilidad de postular a una pensión mínima asistencial que asciende a un monto de $44.000.                  El Proyecto que analizamos, a mi modo de ver, mantiene en lo esencial una concepción humanitaria reformada, de la famosa teoría de la “subsidiariedad del Estado”, es decir, en su versión chilena, que el Estado (todos los chilenos) se hace cargo del fracaso de las sociedades anónimas llamadas AFPs. Si consideramos que el sistema de pensión solidaria se hará cargo de más del 60% de los trabajadores jubilados, sin ningún aporte empresarial, ni menos de las AFPs, se hace evidente que el Estado se encarga de los más pobres y el mercado privado de los más ricos. Lo mismo ocurre con el sistema de salud: FONASA para los viejos y pobres e Isapre para los ricos.                 Esta concepción del Estado es contradictoria con la visión cristiana  del bien común y la gramciana de la cohesión y convicción de la hegemonía. Por lo demás, el Estado subsidiario no es nada nuevo en Chile: se aplicó, aunque en menor medida, en el caso de la CORFO, cuyo papel era salvar a las empresas quebradas; algo así ocurrió durante la dictadura de Pinochet cuando el Estado se encargó de la deuda subordinada de los Bancos, (aún no paga en muchos casos). Quien no entienda que el Sistema de Capitalización Oligopólica es la más perfecta expresión de las privatizaciones durante el régimen dictatorial, o es un fanático liberal, o un tecnócrata de la Concertación, convertido a esa ideología. Primera conclusión                 El Proyecto de Reforma Previsional que estamos analizando no cambia, en lo esencial, la concepción neoliberal de la subsidiariedad del Estado, sólo la remoza y, en algunos casos, la perfecciona, lo que equivale a darle validez democrática a un sistema ilegítimo en su origen y aún en su ejercicio, que no hace más que profundizar en la etapa más vulnerable del ser humano: las diferencias entre triunfadores y perdedores del mercado. Por cierto que la pensión básica es un avance y nadie lo niega, pero no cambia el concepto básico de subsidiariedad del estado.                             

¿A quién sirve el sistema de capitalización individual?

                 Según el economista Manuel Riesco, las AFPs han administrado, en quince años, (1990-2005), 23 billones de pesos chilenos, (millones de millones de pesos), el 70% del PIB del 2005. Según la Superintendencia de las AFPs, estas han ganado las siguientes cifras, desde 1997 al 2005: 1997: 17,48%1998: 20,46%1999: 20,412000: 50.11%2002: 35,77%2003: 25,57%2004: 24,70%2005: 22,22%                 Hay que considerar que estas ganancias no han sido afectadas por las crisis de los mercados financieros; al menos, entre los  años 1998 al 2000 vivimos tres crisis sucesivas, que reportaron pérdidas en las Bolsas mundiales: el “efecto tequila”, la crisis de los Bancos japoneses y la rusa. Al final del gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle el crecimiento fue negativo (-1). Es un milagro, no lo puedo considerar de otra manera, que las ganancias de las AFPs hayan sido tan explosivas. Quienes pagan las depresiones de los mercados son los usuarios; un solo ejemplo: el corto período de ajuste de los mercados (de mayo a julio de 2006), los Fondos A y B, los más riesgosos, perdieron entre tres y dos por ciento y el E, 0,50%. Por cierto que se recuperaron porque esto era un mero ajuste y no una crisis; lo mismo ocurrirá, seguramente, con la actual baja de los mercados, producto del desplome actual de las Bolsas mundiales, provocado por un conjunto de causas, entre ellas el control de la especulación en China, el anuncio de la recesión norteamericana y los problemas del Oriente Medio, pero la situación se pone grave si asistimos a un ciclo de recesión mundial, más o menos largo, o el efecto conjunto de bajo crecimiento de estados Unidos y una lata inflación, que podría obligar al FET, (Banco Central de Estados Unidos), a subir las tasas de interés; recesión más inflación sería equivalente, en leguaje neoliberal, a terminar su vida viejo, pobre y solo. ¿Quiénes ganan con el capital acumulado? Las grandes empresas, el capital financiero, (Bancos) y las AFPs. Si esto no es capitalización oligopólica, póngale ustedes mismos el nombre.                 El reciente acomodo de los mercados, que algunos equivocadamente llamaron “efecto arroz” comprobó, hasta la saciedad, que todos los mercados están interrelacionados, y sus motores principales son China y Estados Unidos, por consiguiente, la famosa diversificación “no meter todos los huevos en  una misma canasta” tiene muy poca aplicación en un mundo financieramente globalizado, salvo si se diferencian bonos de alta calificación, es decir, triple A, de la renta variable. Por lo demás, con tasas altas de interés e inflación, los bonos emergentes pierden valor, pues el “efecto manada” lleva a los inversionistas a los bonos de más alta calificación.                 Como sabemos, el usuario no controla en absoluto los fondos de inversión de las AFPs; hay una regla muy mínima  que “quién mejor defiende su capital que su poseedor”, sería como entregarle su casa a un ajeno desconocido. Segunda conclusión:                    Los  trabajadores quedan al vaivén de los ciclos del mercado, salvo que se crea que las Bolsas jamás suben y bajan y que el capitalismo crece lineal y en forma ininterrumpida hacia el paraíso de la rentabilidad. El posible que el Estado pueda controlar, por medio de las Superintendencias, pero tampoco tiene la omnisciencia de la regulación económica, en un capitalismo salvaje.  ¿Y qué ganan los trabajadores?                 En estados Unidos más del 50% de las personas encuestadas no sabe distinguir entre un bono y una acción, entre un préstamo y ser parte de una empresa. Pienso que en Chile esta falta de conocimiento puede ser equivalente o superior; encuestas recientes muestran que la mayoría no sabe cuánto ha ahorrado en la AFP, mucho menos cuáles son los beneficios del usuario y una ínfima minoría, a cuánto asciende la cuantía de los fondos de la AFP y los porcentajes de sus ganancias anuales.                 Las AFPs tienen  menos de la mitad de afiliados que el número de trabajadores dados a conocer por el INE (siete millones, trescientos noventa y cuatro mil quinientos seis), y cotizan sólo tres millones trescientos veintiún mil setecientos noventa y tres usuarios, por lo tanto, la capacidad de conquistar adherentes es bastante deficiente. El promedio de las cotizaciones anuales es de 4,5 meses, es decir, un trabajador necesitaría cuarenta años, aproximadamente, para acumular apenas veinte años; las lagunas son enormes y aún mayores en las mujeres. Para obtener una jubilación de $480.000 es necesario tener un ahorro entre ochenta y cien millones de pesos en la cuenta individual.                 Consideremos el mercado de trabajo chileno: según el PNUD, el 47,4% de los trabajadores recibe entre $90.000 y $120.000, menos del salario mínimo legal; entre $90.000 y $350.000, el 85% de los trabajadores; sólo el 15%, que recibe más de $350.000, sería susceptible de recibir  una jubilación medianamente digna.                 El fondo de las AFPs es de 72,5 millones de dólares anuales. Cómo se distribuye este total?:El 50% del fondo corresponde a 36 millones de dólares, están en las cuentas individuales de  550.000 cotizantes, es decir, el 7,5% del total de afiliados.El 50% restante corresponde a seis millones ochocientos cuarenta usuarios, es decir, el 92,5% de los afiliados,  los más pobres. Es evidente que las AFPs no sólo expresan la brecha social chilena, sino que la radicalizan. ¿Cuánto han costado las jubilaciones desde 1999 al 2005? Cuatro billones de pesos. ¿ Y quién las paga, según el economista Manuel Riesco? El Fisco que aporta 4,5 billones de pesos en bonos de reconocimiento; en opinión del mismo analista, si una mujer cotiza por el tope, 60 UF, sin ninguna laguna previsional obtendría, de 1981 al 2005, en sistema AFP, una jubilación mensual de $420.000. Si lo hiciera en el INP, sistema de reparto, obtendría 880.000, por consiguiente, con  el sistema AFP tiene un daño previsional de 460.0000 sin perjuicio de que en el INP la mujer cotiza el 18,5% de su sueldo y en el sistema privado cotiza el 10% .                 El promedio actual de fondos individuales acumulados es de $5.000.000, por lo tanto, no alcanza para una jubilación mínima y vitalicia. 

Tercera conclusión

                 La mayoría de los trabajadores desconoce el sistema de AFP y su densidad es muy baja. Por la precariedad de los sistemas de contratación, calidad y continuidad del trabajo, la mayoría de los trabajadores tiene un alto porcentaje de lagunas previsionales. El sistema discrimina, fundamentalmente, a las mujeres y a quienes reciben bajos salarios; sólo puede ser útil, aunque en condiciones inferiores al sistema de reparto, (solidario), a quienes ganan salarios superiores a $600.000,  lo que equivale a un ínfimo porcentaje de la población, (cercano a un 7,4%) que, como planteamos más arriba, tiene en sus cuentas individuales el 50% del fondo de las AFP.                      

 

Segunda parte: opiniones sobre el Proyecto de Reforma Previsional

 

Participación de los empleadores:

 

                En el sistema privado de capitalización los patrones no aportan ni un centavo a la cuenta individual  de sus  trabajadores, por el contrario, incumplen los  pagos de cotizaciones, incumplimiento que hoy asciende a 500.000 millones de pesos, lo que constituye un  delito- apropiación indebida de bienes, pertenecientes a sus empleados. Según Guillermo Arthur, coordinador de las AFPs, existe un sinnúmero de querellas ante los tribunales de justicia, planteadas por las AFPs. Es cierto que entre los empleadores se encuentran grandes empresarios, municipalidades y PYMES que, muchas veces hacen uso, a mi modo de ver, indebido, del dinero de los empleados. Se han planteado diferentes formas para enfrentar esta situación delictual:

1-       que las cotizaciones sean descontadas al  momento de la declaración de impuesto a la renta, algo similar a lo que actualmente se hace al no pago de pensión alimenticia.

2-       que se publiciten las empresas remisas a pagar.

3-       que el Estado no subvencione a ninguna de esas empresas.

4-       que este delito sea caratulado como de acción pública, es decir, que cualquier ciudadano pueda iniciar una querella.

5-       que el Sernac se haga cargo de la defensa del usuario

6-       que el Consejo de Defensa del Estado inicie acciones judiciales.

 

Estimo que los empleadores debieran ser partícipes del sistema de capitalización individual. Se han planteado algunas alternativas, que hago mías:

1-       que el empleador pague a las AFPs los gastos de administración de las cuentas individuales.

2-       Que pague los seguros de sobrevivencia e invalidez

3-       Que pague un tercio de la cotización

 

El sistema de pensiones solidarias

                 Como lo he planteado en la primera parte de mi trabajo, ante el rotundo fracaso del sistema de AFPs, el Estado tiene que hacerse cargo de su rol subsidiario que, en este caso, abarca a más del 75% de los trabajadores y que crecerá enormemente al incorporarse los trabajadores independientes. La pensión básica solidaria (PBS) asegura $60.000, el 2008 , y $75.000 el 2009. El gobierno plantea una transición entre el 2008 y el 2017; el Partido Socialista pretende acortarlo al año 2012. Según el texto propuesto, tendrían derecho a la pensión básica solidaria hombres y mujeres que hayan cumplido 65 años de edad y que pertenezcan al 60% más pobre del país. ¿Qué instrumentos se emplearán para discriminar entre ricos y pobres si se considera sólo el ingreso en el injusto sistema laboral chileno?  Más del 75% de los trabajadores declara ganar menos de $300.000 mensuales, es decir, a mi modo de ver, pertenecerían a la categoría de los pobres. Si consideramos que la media de ahorro previsional es de $5.000.000, casi ese mismo porcentaje no alcanzaría a una pensión mínima.                 Si agregamos el segundo beneficio, el aporte previsional solidario (APS) para quienes teniendo cotizaciones previsionales que no alcanzan a completar $200.000, mi Partido, el Socialista, pretende ampliarlo a $300.000, lo que me parece justo, pues incluiría a sectores medios empobrecidos.                 A  simple vista, el sistema de pensiones solidarias cubrirá, con un aporte mínimo, a la inmensa mayoría de los trabajadores, lo cual es positivo, pero hubiera sido mucho más deseable un sistema reformado de reparto, (los que trabajan financian las pensiones de quienes ya no hacen).                 No voy a extenderme en la discriminación que significa igualar la edad de los hombres y de las mujeres para acceder a los beneficios de pensiones solidarias. El argumento técnico que a mayor cantidad de años de cotización, la mujer tendría una mejor jubilación, la verdad, es que en el Chile hoy nadie contrata, ni siquiera en trabajos precarios, a personas mayores de 40 años. Por lo demás, las mujeres tienen, en Chile, salarios menores que los hombres, por un mismo trabajo, además de las lagunas por maternidad , y precariedad del trabajo. La diferenciación de edad ha sido uno de los temas que el PS ha planteado como necesario en la reforma previsional.                 Esta idea de justicia conmutativa tiene olor a teoría política de Hayek, quien sostiene que no debe haber ninguna diferencia de edad, de género, ni de riqueza, pues sólo el mercado regula la vida social. 

Las comisiones abusivas del Sistema Privado de Capitalización

                 Si sumamos la comisión de administración y los seguros de invalidez y supervivencia, las AFPs cobran al usuario entre el 20% y el 28% de su cotización; ninguna administradora de Fondos mutuos, que yo conozca, cobra ese precio. Se propone terminar con la comisión fija y sólo se mantendrá un porcentaje respecto a la cotización de cada trabajador que, a mi modo de ver, no deberá ser más de un 10% de su cotización.                 Es un abuso que de cada mil pesos que cotiza el trabajador, doscientos pesos vayan a las arcas de la AFP, por eso se explica que, en el año 2006, estas administradores hayan tenido un beneficio de 72,5 millones de pesos, y que su utilidad se haya incrementado en el 2006, respecto al 2005, en 39,58%, más que Ipsa en el mismo año y aún más que la rentabilidad del Fondo más riesgoso, el A, que pagó promedio 22,64%; si lo comparamos con el Fondo E, solo Bonos, el promedio es de 7%, en el mejor año de los instrumentos financieros; si lo vemos a largo plazo, normalmente la rentabilidad que logran los cotizantes corresponde a un promedio del 4%, es decir, un punto más que la inflación media. Como se podrá verificar, hay una tremenda distancia entre la comisión que enriquece las AFPs y los intereses captados por el usuario.  

La institucionalización del nuevo sistema de pensiones

                 Quiero destacar del proyecto, la comisión de usuarios del sistema de pensiones: es evidente que los más interesados en el resultado de sus pensiones son los mismos trabajadores, por consiguiente, a mi modo de ver, son ellos los que deben fiscalizar, tanto al sistema privado, como al solidario. Me parece que en su composición deben predominar los representantes de los trabajadores activos y, sobretodo, de los pensionados. Propongo que esta Comisión esté  integrada por dos representantes de los pensionados, dos representantes de los trabajadores, uno del Ejecutivo, uno de los abogados laboralistas y uno de las instituciones privadas. Esta Comisión deberá hacer públicas sus recomendaciones y, a la vez, podrá fiscalizar y colaborar con la Superintendencia de pensiones y el Instituto de Previsión Social.                 Los Centros de atención previsional integral - red de información y consulta en todas las Comunas del país, se convertiría en columna vertebral de la educación previsional, tarea para la cual existe un fondo, administrado por la subsecretaría previsión social. Creo muy importante que estos Centros estén estrechamente relacionados con la Comisión de usuarios y, ojalá, integrada por un representante de los pensionados, en cada una de las Comunas del país.  

 

Equidad etaria y de género

                 Me parece positivo la bonificación por hijo a todas las mujeres en edad de jubilar, pero su monto es pequeño: 12 meses de cotizaciones previsionales sobre el ingreso mínimo legal, por cada hijo nacido vivo; este bono incrementará la cuenta individual o, en su caso, el cálculo de la pensión básica solidaria. La pregunta que cabe es cómo la mujer podrá capitalizar con tan bajo monto. También coincido con el subsidio previsional a los trabajadores jóvenes, con la salvedad, por cierto, de que los empresarios paguen las cotizaciones a los trabajadores. Se ha comprobado que los empresarios han subutilizado las subvenciones fiscales de capacitación de los trabajadores y las ventajas tributarias en proyectos culturales, (la ley Valdés).  

La obligación de cotizar por arte de los trabajadores independientes

                 La cotización de los trabajadores independientes, 40% en los primeros cuatro años, y un 100% al décimo año, provocará un crecimiento enorme de las cotizaciones cautivas de los trabajadores, en el sistema de AFPs. Si se hubiera pensado una reforma radical del sistema previsional, esta hubiera sido una de las bases de un sistema mixto, que se aplica en la mayoría de los países del mundo.  Desafortunadamente, ni las conclusiones de la Comisión Marcel, ni el Proyecto presentado por el Ejecutivo lo conceptúan.  

Ingreso de la banca al sistema al sistema de capitalización privado

                 El sistema de AFPs se ha ido concentrando, de veintidós (1981) a seis AFPs en la actualidad. Algunas de ellas han quebrado, otras se han fusionado; la única AFP corporativa, Magíster, (del Colegio de Profesores), desapareció. La tendencia mundial a las fusiones se ha radicalizado en el sistema de AFP; por lo demás, sólo dos de ellas abarcan el 60% del capital y de los cotizantes. Por lo demás, muchas de ellas están relacionadas con financieras, como el Grupo Penta, dirigido por personeros connotados, que comandaron la campaña presidencial de Joaquín Lavín, y bancos como el Santander, (AFP Bansander), y el BBVA, Próvida.                  El Proyecto propone aumentar el número de participantes en la industria de las AFPs, permitiendo a los bancos y aseguradoras – y por qué no, digo yo -, corporaciones como las que dieron nacimiento a la AFP Magíster, Debemos considerar que las AFPs y los bancos constituyen los dos grupos de mayor rentabilidad en el país, que aumentarían enormemente su ya lucrativo negocio, Por lo demás, no estoy seguro que se mantenga la competitividad a lo largo del tiempo: la tendencia a la fusión y a la formación de carteles es una de las características del sistema financiero actual. Ocurre en los bancos, seguramente va a ocurrir en las empresas automotrices, (con la unión GM, Ford y posiblemente Toyota, y otras), lo mismo pasa en las petroleras y otros rubros.                 Se habla de una AFP estatal, el Proyecto lo hace posible, sería el Banco del Estado, que en algunos casos funciona como banco privado y, en otros, cumple con los fines sociales que le dieron nacimiento. Pienso que esta AFP estatal debiera diferenciarse de las privadas por privilegiar la solidaridad sobre el lucro.                 El Partido socialista propone la creación de una institución nacional, de carácter público, encargada de la recaudación y administración de las cotizaciones de los trabajadores, focalizando en AFPs la administración financiera y la búsqueda de la rentabilidad de los Fondos de los trabajadores. Creo que esta medida daría mucha mayor transparencia al sistema.  

Propuestas:

 1-       Que los empleadores se hagan partícipes en el pago de las cotizaciones previsionales de los trabajadores ya sea pagando los gastos de administración de las cuentas individuales o los seguros de sobrevivencia o invalidez o aportando un monto de la cotización.2-       Disminuir considerablemente las comisiones que perciben las AFPs por la administración de los fondos individuales y los seguros de invalidez y supervivencia a un monto máximo del 10% de la cotización.3-       Que en la composición de la comisión de usuarios del sistema de pensiones predominen los representantes de los trabajadores activos y sobretodo de los pensionados y que exista entre esta comisión y la Superintendencia de Pensiones y el Instituto de Previsión Social una relación directa y permanente.4-       La creación de una institución nacional de carácter público encargada de la recaudación y administración de las cotizaciones de los trabajadores.  Sergio AguilóMarco Enríquez-OminamiAlejandro Sule

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