Vivan los jóvenes
Si tuviéramos una juventud débil, entonces no habría problemas, no habría provocaciones ni bravatas. Por eso es bueno que cuestionen, que critiquen, que protesten, que vayan contra las leyes. Sólo siendo fuertes podrán desarrollarse como individuos y ciudadanos.
Angel Carcavilla
Me parece un excelente síntoma de este país las movilizaciones colegiales, okupas y anárquicas. ¿Cuándo sino a esta edad los jóvenes deben luchar por lo que creen, decir lo que piensan o lo que les molesta? Las protestas, las tomas de casas y colegios revelan que nuestra juventud está en forma, que es fuerte y, lógico, cuanto más fuertes, más problemas crean. Si tuviéramos una juventud débil, entonces no habría problemas, no habría provocaciones ni bravatas. Por eso es bueno que cuestionen, que critiquen, que protesten, que vayan contra las leyes. Sólo siendo fuertes podrán desarrollarse como individuos y ciudadanos. Me extraña el desconocimiento que hace el Gobierno de sus jóvenes, ¿o acaso les gustaría verlos sentados en un rincón no haciendo problemas y acatando órdenes sin chistar? Entonces, señores, nuestros jóvenes estarían muertos. Ya olvidaron a sus compañeros utópicos que se jugaron la vida. También los llamaron criminales, ¿se acuerdan? Ahora tampoco son criminales, como pretende estigmatizarlos el alcalde Labbé. ¡Además, con qué derecho él se atreve a hablar de criminales! Acá no ha ocurrido ningún crimen; por el contrario, después de esta movilización social va a nacer algo nuevo en ellos y, por supuesto, también en nosotros. No entiendo cómo el poder no es capaz de criticarse a sí mismo y comienza a corregir sus errores en vez de perder el tiempo buscándolos en sus jóvenes. Menos mal que no se visten como Rafael Araneda, qué bueno que no tratan de gustarle a todo el mundo, como Sergio Lagos. Fantástico que se rebelen a sus padres, a sus profesores, a su entorno, que no se dejen dominar. Nuestros jóvenes están vivos y su fuerza sólo puede ofender a los que se niegan a admitir que el mundo de hoy es totalmente diferente al que vivieron ellos. Quienes hoy reprimen a los estudiantes fueron al colegio hace 40 años y sus expectativas de vida son anticuadas. Ahora existen mejores medios de comunicación y una explosión de conocimiento que ha puesto en jaque a las visiones ideológicas y religiosas tradicionales. En vez de reaccionar con alharacas y miedos, el poder debería escuchar y aprender de los jóvenes. En la calle República 550 ocuparon un ex recinto de tortura, lo llenaron de talleres de arte abiertos a la comunidad. Están bajo amenaza de desalojo, los acusaron de tener una fábrica clandestina de molotov, de contrabandear literatura subversiva. ¿Cómo a esta altura de la democracia puede hablarse de literatura subversiva? ¿O pretenden quemar sus libros? No he visto a la ministra de Cultura haciendo causa común con ellos, cuando justamente el movimiento okupa está llevando la cultura a las masas gratuitamente, uno de los ejes programáticos de su ministerio. El Gobierno sólo ha tratado de ofrecer soluciones desesperadas, sin entender que la juventud rebelde seguirá su propio camino y vivirá su propia vida de acuerdo con sus deseos, totalmente contrarios a los ideales del poder. Por esto, ¡Vivan los jóvenes! LLAME YA! Pagina de organización de estudiantes en http://www.porlosestudiantes.tk
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